Un crack en la sombra

Mi padre era un hombre de valores firmes. Nunca buscó el reconocimiento ni las luces, su mayor satisfacción era ver a su equipo ganar, ya fuera desde el banquillo, en la grada o en el campo. La humildad era su escudo y su guía, siempre prefiriendo ayudar en silencio y sin esperar nada a cambio.